Cuántas y de qué tipo debes comer
Las almendras son un alimento que destaca por su versatilidad, por su sabor y por su importancia en la gastronomía mediterránea. En cuanto a consumo, los hogares españoles tomaron en 2022 aproximadamente 11,1 millones de kilogramos de almendras. Esto supuso un decrecimiento de alrededor de 400.000 kilos con respecto al consumo de este fruto seco registrado en el país durante el año anterior. Crudas, tostadas, saladas, picadas… Se encuentran entre los frutos secos más populares gracias a su alto valor nutricional, que las convierte en una opción muy saludable para el cuerpo. Además de añadir sabor a los postres o ensaladas, su alta calidad las convierte en una excelente fuente de proteínas, y pueden utilizarse para aderezar y enriquecer ensaladas, guarniciones, salsas o platos salados. Destacan por su alto contenido calórico (579 calorías), su elevada densidad nutricional y su contribución de grasas saludables.
Además, las almendras proporcionan numerosos minerales esenciales para la salud, como calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio, zinc, cobre, manganeso y selenio. También son una fuente de vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6, B9 (ácido fólico), colina, caroteno, vitamina E (α-tocoferol), beta-tocoferol, gamma-tocoferol, delta-tocoferol, luteína, zeaxantina y vitamina A (retinol).
Lo ideal es consumir entre 10 y 20 almendras al día. Para quienes llevan una vida sedentaria, se recomienda la cantidad menor, mientras que aquellos que practican actividad física regular pueden aumentar la ingesta diaria.
Las opciones más saludables son las almendras tostadas o al natural sin sal añadida, evitando las fritas, saladas o con miel. Cada almendra proporciona un 10% de carbohidratos de absorción lenta, esenciales para ganar masa muscular. Además, contienen el doble de calcio que la leche y una gran cantidad de vitaminas y minerales necesarios para prevenir enfermedades.
Consumir almendras ayuda a regular el peso, la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre. Aportan altas dosis de energía, protegen la salud cardiovascular, reducen el riesgo de cáncer de colon, benefician la piel y el cabello, mejoran el tránsito intestinal y contribuyen a mantener un estado de ánimo positivo.
