Las semillas aromáticas del comino son una especia que se usa desde hace siglos, tanto por el sabor que aporta a ciertos platos como por sus beneficiosas propiedades. Se utiliza extensivamente sobre todo en cocinas como la norteafricana y la hindú, aunque también tiene un papel muy destacado en la española, principalmente en la zona del sudeste del país.
Se puede consumir tanto en grano como molido, y es un ingrediente recurrente en numerosos guisos, sopas y potajes.
Su sabor ligeramente amargo, así como su agradable aroma dulzón, también combina bien con algunas carnes, pescados y verduras. Por supuesto, también es un elemento fundamental del curry, al combinarlo con otras especias.
Beneficios del comino
Sus principales beneficios los encontramos a nivel estomacal: el comino favorece la digestión, reduce la inflamación abdominal, contribuye a la quema de grasas acumuladas en el cuerpo y ayuda a eliminar gases intestinales. Por todo ello, además, muchos consideran al comino como un gran aliado en las dietas para adelgazar y perder peso.
Sus capacidades digestivas, y para combatir hinchazones y gases, son muy positivas
Otras de sus propiedades a tener en cuenta son la relajación muscular que propicia su aceite natural, así como sus capacidades diuréticas. Todo eso hace que sea una especia muy apropiada para condimentar muchos alimentos, aunque hay que recordar que otras especias como el hinojo, el anís o la muy similar alcaravea también tienen efectos parecidos y pueden servir como alternativas.
Aparte del tradicional uso del comino en grano o molido, y para que sus propiedades tengan un efecto aún mayor, es recomendable tomarlo también de vez en cuando como infusión, sobre todo después de las comidas. Además, las infusiones de comino son especialmente beneficiosas para las madres lactantes, pues tienen la capacidad de potenciar la secreción de leche.